Ser emprendedora en Argentina ha sido un viaje increíble para mí. Abrir mi propio salón de uñas en el maravilloso barrio de Palermo Soho ha sido un sueño hecho realidad. He experimentado momentos de pura felicidad y también desafíos difíciles de superar. Sin embargo, siempre he mantenido mi enfoque en la atención al cliente y en asegurarme de que cada persona que entra por esa puerta se vaya completamente satisfecha.

Este salón no solo representa mi sueño, sino también el de mi madre, quien ha sido mi compañera constante, mi guía, mi socia y sobre todo, mi amiga incondicional. Su apoyo ha sido fundamental para alcanzar esta meta y para mantenerme firme cuando las cosas se ponían difíciles. Juntas hemos creado un lugar donde la belleza se mezcla con la calidez humana, y donde cada cliente se siente especial y bienvenido. Estoy orgullosa de todo lo que hemos logrado y emocionada por todo lo que está por venir en este nuevo viaje empresarial.